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La U.E. trata ahora de fomentar el consumo de alimentos de una mayor calidad (fotografía proporcionada por ellos)
CARTAS AL DIRECTOR (publicada Diario del Alto Aragón)
CALIDAD ALIMENTARIA
Me da un poco de vergüenza decirlo, pero en fin, ahí va: Aunque nuestro propio bienestar físico es una prioridad "de cajón de tabla", el hecho de que el vecino no se entera de si estamos poniendo en nuestra mesa un tomate de calidad o más bien uno de tipo "basurilla", es decir, el que el "grado de vitalidad" de lo que comemos y bebemos no sube ni baja nuestra idolatrada imagen social, hace que a la hora de priorizar los dineros la calidad de ese tomate (o del pan, o del vino, o del aceite...) pase a ocupar un lugar muy remoto en nuestras decisiones de gasto más habituales.
Sin embargo, es un hecho sólidamente racional, y muy fácilmente comprobable además por nosotros mismos, que esa calidad en nuestros alimentos y bebidas afecta (y mucho) al bienestar a largo plazo de nuestros cuerpazos serranos y sandungueros.
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También es cierto que, frecuentemente, cuando nos llevamos un palo gordo para nuestra salud, la gente en general empieza a mirar un poquico más lo que mete en el carrito de la compra. En fin, mejor tarde que nunca, pero era inteligente haber empezado antes.
Incluso existe otra realidad añadida al tema, y es que la calidad en la alimentación y bebidas no es lo que solemos creer, ni menos aún lo que parece a simple vista. Por ejemplo, es viable comerse una manzana bonita, grande y brillante, pero que no le siente nada bien a nuestro cuerpo serrano. O, por ejemplo, convendría saber que la carne más sonrosada (y más cara), de la tienda se consiguió, acaso, provocando en los animales una anemia galopante. O...
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CALIDAD ALIMENTARIA
Me da un poco de vergüenza decirlo, pero en fin, ahí va: Aunque nuestro propio bienestar físico es una prioridad "de cajón de tabla", el hecho de que el vecino no se entera de si estamos poniendo en nuestra mesa un tomate de calidad o más bien uno de tipo "basurilla", es decir, el que el "grado de vitalidad" de lo que comemos y bebemos no sube ni baja nuestra idolatrada imagen social, hace que a la hora de priorizar los dineros la calidad de ese tomate (o del pan, o del vino, o del aceite...) pase a ocupar un lugar muy remoto en nuestras decisiones de gasto más habituales.
Sin embargo, es un hecho sólidamente racional, y muy fácilmente comprobable además por nosotros mismos, que esa calidad en nuestros alimentos y bebidas afecta (y mucho) al bienestar a largo plazo de nuestros cuerpazos serranos y sandungueros.
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También es cierto que, frecuentemente, cuando nos llevamos un palo gordo para nuestra salud, la gente en general empieza a mirar un poquico más lo que mete en el carrito de la compra. En fin, mejor tarde que nunca, pero era inteligente haber empezado antes.
Incluso existe otra realidad añadida al tema, y es que la calidad en la alimentación y bebidas no es lo que solemos creer, ni menos aún lo que parece a simple vista. Por ejemplo, es viable comerse una manzana bonita, grande y brillante, pero que no le siente nada bien a nuestro cuerpo serrano. O, por ejemplo, convendría saber que la carne más sonrosada (y más cara), de la tienda se consiguió, acaso, provocando en los animales una anemia galopante. O...
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En You Tube: "Diferenciación de alimentos con cristalizaciones"
http://www.youtube.com/watch?v=nO6AhEY9boY&feature=related
4 comentarios:
Qué buena información, amigo.
Mi hija, la que vive en Tarragona, se está doctorando en la Universidad Rovira i Virgili, en Nutrición y Metabolismo. Le encantará este tema.
Un abrazo desde Mendoza, Argentina.
BACI, STEKI.
muy buena !!! diría yo ..
temas vitales, que les dicen
gracias, un saludo.
Hola "Steki"
Pues me encantará que le guste
Un abrazo para ti
Hola "Cecilia"
Temas que de verdad, pero de verdad de la buena, sí que nos afectan
Cuídate
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